“Querid@ amig@:
Del 11 al 20 de octubre viajo con la ONG ‘DentalCoop’ a los campamentos de refugiados de Tindouf y a la ciudad de Tifariti, situada en los territorios liberados del Sáhara Occidental, entre las fronteras de Marruecos, Argelia y Mauritania.
Vamos 9 personas (odontólogos y protésicos) que nos dedicaremos a resolver problemas de prótesis y salud dental al mayor número posible de niños, jóvenes, adultos y ancianos saharauis sin ningún recurso.
Estoy realizando una ‘colecta solidaria’, necesitamos recursos: materiales y/o económicos, lo que buenamente se pueda. Todo lo conseguido se aplicará en atender a más personas. Y os aseguro que allí lo necesitan.
Gracias de antemano. Un abrazo”.
Este fue el mensaje que nos hizo llegar Federico, protésico dental, exalcalde de Cubas de la Sagra (Madrid) y uno de nuestros primeros colaboradores cuando aún no estábamos constituidos como una ONG.
Pensamos que era una buena oportunidad para colaborar en un proyecto de cooperación y desarrollo, y para echar una mano en todo lo que pudiéramos, así que decidimos hacer entrega de 1000€ para que compraran todo el material que necesitaran para su labor allí.
‘Dentalcoop’ es una ONG, al igual que nosotros, formada por voluntarios cuya finalidad es mejorar la salud dental de personas sin recursos.
A su vuelta, Federico nos hizo conocedores de su trabajo allí y de su agradecimiento:
“Muchas horas, desde que salía el sol hasta que apagaban un generador de luz con el que daban energía al hospital. Las condiciones, sin ser las idóneas, permiten fabricar prótesis completas y parciales a habitantes del entorno.
El resultado fueron 119 prótesis colocadas que mejoraran la vida y la sonrisa de sus portadores.
Sus prioridades son distintas a las nuestras: no son tanto estéticas como de verdadera necesidad de poder triturar los alimentos.
Quiero agradeceros la ayuda prestada, de corazón, a este proyecto a toda la organización de COM_MOVER”.
Pero lo más importante cuando vamos de voluntariado no es la labor que hacemos en el lugar al que vamos, sino lo que nos traemos de la experiencia y lo que nos cambia la percepción de las situaciones y las personas:
“No tengo más que palabras de agradecimiento hacia el pueblo saharaui que allí conocí. Un pueblo que no pretende dar pena, orgullosos de ser como son, viviendo como les han obligado a vivir y soñando con volver a sus tierras, de las que fueron expulsados.
No dejan de darte las gracias por lo que haces, no tienen nada, pero te reciben con una sonrisa que te deja sin palabras, te ofrecen todo lo que tienen, la mejor parte en las comidas, comparten su agua y su té… son buena gente.
Como te decía, algo de mí se quedó allí”.
Gracias, Federico, por habernos acercado un poquito más a otras realidades y por dejarnos formar parte de este proyecto tan necesario.